Pese a lo que muchos jueces puedan pensar, obtener una abundante cosecha de cannabis no es signo de ser narcotraficante, sino de ser un buen agricultor. El cultivo de cannabis psicoactivo requiere de una ciencia, arte y dedicación. Aunque es posible cultivar María sin apenas esfuerzo, simplemente sembrando una semilla y regándola de vez en cuando, la calidad del producto obtenido no es igual que si se cuida el jardín cada día y se alimenta al cannabis con los fertilizantes apropiados.
Un importante aspecto de la agricultura cannábica es la toma de datos. Manteniendo un diario de la cosecha, con información detallada del comportamiento de las diferentes variedades de hierba, conoceremos las pautas de crecimiento de cada especie y podremos emprender las acciones más adecuadas para obtener una gran cosecha.
Los mejores cultivadores y criadores de razas de cannabis toman nota de todo. Scott Blake, el criador del banco de semillas Mr. Nice, contaba que él apuntaba hasta la distancia que había entre los distintos nudos de la planta, no sólo para escoger la que tuviese internudos más cortos, sino también para elegir aquellas plantas de marihuana que mostrasen una estructura de ramificación más estable y perfecta, lo que, a su juicio, era un importante punto a favor.